¡Qué fuerte suenan estas palabras! ¿Verdad?
Y más fuerte es darnos cuenta de cómo nos tratamos, como tiranas, sin haber tomado consciencia de ello.
Hoy te saludo con esta reflexión: ¿Qué hacemos para aumentar el estrés que ya de por si viene con un estilo de vida de mujer que hace demasiado?

El estrés exterior causado por tener mucho trabajo o muchas obligaciones se convierte también en un estrés interior por las frases que nos decimos en forma de órdenes que nos damos, automáticamente, las mujeres que hacemos demasiado.

De más está decir que esas órdenes que causan estrés interior, nos desgastan inútilmente porque no nos motivan o apoyan o invitan a hacer las tareas que tenemos que hacer.
Sino todo lo contrario: son palabras, frases, mandatos que nos “roban” la energía, nos agotan y debilitan.

Por eso hay que identificarlas, saber cuál es la que más “escuchamos”, sus consecuencias y cuál es un posible “remedio”

1ª Orden – ¡Se perfecta!

Esta orden trae un juicio consigo: ¡no soy suficiente!
Las mujeres que siguen al pie de la letra esta orden, viven los errores como fracasos absolutos y para siempre. Pierden mucha energía afinando detalles y son poco productivas.
Tienen prohibido equivocarse
Remedio: Valida tus éxitos y tus progresos sin agregarle el “Si, pero…” y define a los errores como retroalimentación, no como fracaso

2ª Orden – ¡Se fuerte!

Las mujeres que están bajo el poder de esta orden no atienden sus necesidades. Piensan que hay que aguantar cueste lo que cueste
Tienen prohibido desfallecer
Remedio: es normal tener necesidades, por ejemplo, de que alguien te apoye.
Es normal y yo diría que, hasta sano, saberse vulnerables de vez en cuando, soltar la armadura y la espada y atender nuestras necesidades. No hay ningún mérito en ser la super mujer.

3ª Orden – ¡Esfuérzate!

“Échale más ganas, mujer”
Estas mujeres creen que cualquier éxito, por pequeño que sea, exige un gran esfuerzo de su parte si no, no vale la pena o no se merecen ese éxito
La orden de ¡esfuérzate! se junta con la orden de ¡se perfecta!
Tienen prohibido descansar.
Remedio: reflexionar que las cosas se pueden hacer de forma sencilla y agradable.
Que está bien divertirse y disfrutar mientras uno trabaja fuera o dentro de casa
Establece un orden de prioridades en tus actividades y repite como mantra: “Está bien tomarme las cosas con calma. Está bien ir a mi ritmo”

4ª Orden – ¡Complace a los demás!

Las mujeres que hacen demasiado que están bajo el yugo de esta orden interna, tienen miedo a no gustar, a ser rechazadas a ser abandonadas.
Los deseos y necesidades de los demás son más importantes que las suyas.
Tienen prohibido tener sus propios sueños, anhelos, metas, planes.
Remedio: acepta de una vez que no es posible gustarle a todo el mundo siempre y en todo momento. Así como a ti no te gusta todo el mundo, en todo momento y siempre.
Saber que la generosidad hacia los demás tiene sus límites y esa generosidad para atender sueños, anhelos, metas, empieza por ti atendiendo a ti.

5ª Orden – ¡Date prisa!

Es fácil identificar a las mujeres que están bajo esta orden: son muy impacientes, caminan y hablan muy de prisa, comen de prisa, tienen TAPA (temor a perderse algo)
Toman decisiones precipitadas que las meten en problemas. Estresan a quienes están a su alrededor por ese ritmo acelerado que tienen para todo.
Tienen prohibido ir a su propio ritmo y a su propio tiempo.

El “remedio y el trapito” es:

  • Reflexionar que es normal que cada proceso de cada actividad tome su tiempo.
  • Ten a mano siempre un reloj para que sepas cuanto tiempo dispones para realizar con calma esa actividad.
  • Divide tus tareas con horarios y asigna a cada tarea un tiempo real para llevarla a cabo, dejando márgenes de tiempo generosos entre una y otra.
  • ¡Ah! y deja un colchón de tiempo cada día para imprevistos.

Si no lo llegas a ocupar en alguna labor, has ganado tiempo para un descanso.

Deseo que esta información aporte algunos recursos que te lleven de un estado de estrés a un estado de bienestar y disfrute.
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Gracias por el tiempo que invertiste en leer hasta aquí

Tere Bermea

Experiencias para trascender

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