“La paz que deseas afuera, empieza contigo”

decía Gandhi.

Y esta frase la he recordado últimamente, a raíz de algunas experiencias que, por poco, me arrebatan mi tesoro mas preciado: mi paz interior.

De las últimas conversaciones que tuve con mi mamá poco antes de morir, fue justo sobre la paz. Ella me dijo: “Si después de tomar una decisión te sientes en paz Tere, esa fue una buena decisión”

Y sentirse en paz no necesariamente implica sentirse alegre.

No. Algunas veces la emoción que acompaña a la paz interior, a la recuperación de la paz interior, es la tristeza, con sabor dulce. Ese sabor que viene con la aceptación de alguna experiencia a la que se resiste uno a decir: “Si. Esto es así”

Algunas  personas permanecen conectadas con un pasado doloroso: reviven una y otra vez circunstancias difíciles y no pueden desprenderse definitivamente de ellas para pasar la página y vivir un presente distinto mejor. La paz interior se pierde, a veces de forma permanente.

Otras personas por el contrario, no quieren recordar lo vivido y  actúan  como si nada hubiese ocurrido. La negación del dolor, como mecanismo de defensa, hace que no podamos recuperar nuestra paz interior

Para no sentir de nuevo las emociones negativas, o el dolor que les causó aquello, bloquean el recuerdo sin tomar conciencia de que emocionalmente, siguen ligados a él y aún les afecta.

Cualquiera que sea la circunstancia, experiencia o persona que de manera consciente o inconsciente,  te haya robado tu paz, no vale la pena guardar rencor o dolor  en nuestro corazón pues la víctima fundamental  de esta decisión, seremos nosotras mismas, al llenarnos de ira, deseo de venganza,  y convertirnos en la fuente de un resentimiento que nos envenenará y trastornará nuestra forma de ser e interpretar la vida.

Siempre estas a tiempo para elegir tu paz.

Puedes, con amor, y voluntad a través del perdón,  desprenderte de todas esas emociones, aliviar tus heridas a y llenar ese espacio vació con sentimientos nuevos y positivos.

Recuerda: nacimos para estar en paz, para vivir en paz, para generar paz a nuestro alrededor.

5 Pasos para recuperar la paz interior:

1.-Pasar la página. Mientra conserves el recuerdo de lo sucedido, recreándolo en tu mente con frecuencia, más fuerza cobrará y más daño te causara.

Decide y elige  terminar con esa parte de tu historia y prepárate  para escribir un nuevo capítulo en tu preciosa vida

2.-Vivir el duelo.- Lamentablemente tendrás que revivir lo sucedido para sacar todas las emociones que todavía se encuentran guardadas dentro de ti.

Solo respira mientras le haces espacio en tu corazón a esas emociones. Reconocerlas, observarlas, dejarlas que se expresen es lo que te permitirá soltar todo aquello que te roba tu paz.

3.-Perdonar.-Practica el perdón de forma consciente y desde el amor. Te dará liberación de la carga emocional que has llevado durante tanto tiempo.

Anímate a hacerlo con voluntad y con el deseo de poner todos tus asuntos afectivos en orden y en paz.

4.Vale la pena revisar la importancia que damos a ciertas experiencias para descubrir que no la tienen y evitar que te afecten tan profundamente. Nada es suficientemente importante como para hacerte perder la paz

5.-Cree y di en voz alta que mereces otra oportunidad. Algunas personas se sienten destrozadas y agotadas por el peso emocional que les produce una situación, aislarse del mundo, encerrarse en sí mismas para evitar que las vuelvan a herir.


Si llevas a cabo un proceso sano de duelo, y extraes la enseñanza, difícilmente te volverá a suceder.  Recuerda: nacimos para ser felices.

De mi mamá también aprendí que la paz interior no  significa ausencia de conflictos o de situaciones por resolver.

Aprendí a través de su ejemplo, que la paz surge de la certeza de tener conocimiento y herramientas necesarias para afrontar lo inesperado con serenidad y confianza.

“Si después de tomar un decisión te sientes en paz., fue una buena decisión”

Gracias Ma.

Tere Bermea ®

Experiencias para trascender